Una vez afrontado el proceso de divorcio de forma satisfactoria y resuelto este tema surge un segundo escalón. Normalmente sucede cuando se rehace la vida en pareja y por motivos particulares de creencias, educación, tradición etc. (no estamos valorando el motivo) se valora la posibilidad de volver a casarse por la iglesia.

Evidentemente nos referimos a quien haya tenido el antecedente de haberse casado bajo los cánones eclesiásticos y no ha iniciado el procedo de nulidad eclesiástica que es requisito indispensable para contraer nuevamente matrimonio bajo este precepto.

Hasta hace poco tiempo el proceso era lento y caro, había que salvar una serie de impedimentos que hacían de este sumario un escollo que a muchos les parecía insalvable y optaban por no iniciarlo.

En el año 2015 el Papa Francisco cambió vigorosamente los procesos para verificarla, ordenando que sean gratuitos y rápidos, con participación directa y definitiva del obispo en los casos más claros.

Para iniciar este trámite procesal tiene que dirigirse al tribunal eclesiástico de la diócesis donde se celebró la boda y solicitar primeramente la orientación de viabilidad sobre la nulidad que demanda.

No es necesario que ambas partes deban iniciarla, con sólo una de ellas ya es posible poner en marcha las diligencias.

Los costes se han reducido en un porcentaje muy alto e incluso se pude pedir el patrocinio gratuito para personas sin recursos, lo que permite aplicarle un reducción de hasta el 75{07cd4b480206447a46cb04899a98c397aad6d07d3dd4163f491471b7ba2033a8} de las tasas judiciales y proveer de un abogado de oficio (gratuito en caso de cumplir los requisitos)

Recordamos que hay 28 puntos o motivos- impedimentos por los cuales un matrimonio celebrado por la Iglesia puede ser declarado nulo.

Entre los más generales está la simulación en el consentimiento por ejemplo cuando  un cónyuge  en su fuero interno excluye alguna de las características esenciales del matrimonio como la fidelidad, la indisolubilidad o la procreación.

La Iglesia no anula los matrimonios sino que constata que siempre fueron nulos o que se han vuelto nulos por motivos graves.