El Tribunal Supremo ha retirado la custodia de un recién nacido por desamparo, que justifica por la falta de habilidades de los padres para asumir el cuidado de su hijo, la conflictividad y las crisis de pareja, sus negativas experiencias de infancia, la pasividad del padre y la inmadurez de la madre.

La administración acordó la declaración de desamparo y asunción de tutela por varios motivos: la familia tiene tres hijos que en aquel momento contaban con medidas de protección sin previsión de retorno; por la negligencia en los cuidados del embarazo, por la violencia familiar, la ausencia de redes de apoyo, el alcoholismo del padre y la drogadicción de la madre, que tiene una enfermedad mental.

Tras analizar estos informes, el Supremo concluye que «se ha constatado la falta de habilidades de los padres para asumir el cuidado físico y emocional de su hijo», por lo que estima los recursos de la Junta y la Fiscalía y declara la situación de desamparo del menor.