Aunque desde 2021 la violencia vicaria está incluida en la ley contra la violencia de género, gracias a una reforma de la ley de protección a la infancia y la adolescencia, las madres de los menores asesinados por sus padres o las parejas de sus madres con el objetivo de dañar o causar perjuicio a estas mujeres aún no son consideradas víctimas directas de este delito.

Ahora, la Cámara Baja quiere poner fin a esta situación y ha incluido en el dictamen de la ley del sólo sí es sí, una enmienda – una iniciativa del Ministerio de Igualdad – que reconoce a las víctimas de violencia vicaria como víctimas directas y blinda su acceso a las ayudas estatales, a través de una disposición final mediante la que reforma de la ley de ayudas a las víctimas de delitos violentos y contra la libertad sexual.

El texto garantiza las ayudas tanto a las víctimas directas de la violencia de género que sufran lesiones corporales graves o daños graves en su salud física o mental como consecuencia directa del delito y también a las víctimas de violencia vicaria «cuando su familiar o allegado menor de edad fallezca como consecuencia de un delito».